Un día como otro cualquiera

Miré a Azrael con pena
- Vaya... - dije con tristeza

Miré extrañada lo que Sonia y Ciqui estaban haciendo.

- Sonia - mencioné - ¿estás comunicándote con Ciqui? - dije con una mezcla de sorpresa y admiración.

Ambas mirámos a Dawn.
-Si, tengo largas charlas siempre con ella, al fin y al cabo la considero como a un hermana, siempre ha estado a mi lado

- Es que he conocido a personas que han convivido con un animal toda su vida y no han llegado a alcanzar ese vínculo que parecéis tener Ciqui y tú - expliqué a Sonia - Además de que parece que os entendéis a la perfección - añadí.

-Si
Acerqué la cabeza junto a la de Ciqui y ella cerró los ojos alegre.
-Siempre dormimos junta y comemos, jugamos..., sobretodo en casa

- Oh... algo así llamado fuball, fobul o algo así. Un... -miré de reojo a Elena- juego muggle

Miré la relación de Ciqui y Sonianda. Se las veía realmente unidas

- Vaya, que nombre tan raro - dije extrañada ante el comentario de Azrael - la verdad es que no me suena de nada. ¿Cómo se juega a eso?

- Hay una especie de puerta enorme con una red a cada extremo del campo. Delante de ellos se sitúan una especie de guardián que para la pelota para evitar que la cuelen entre los postes con la red (como en el quidditch). Es algo aburrido... con una sola pelota... y además tienes que estar corriendo de un lado a otro todo el rato... -puse los ojos en blanco-. Es algo absurdo y sin mucha emoción... veinte hombres detrás de una sóla pelota para hacer lo mismo...

- Sí, por favor -era casi una súplica-. Hace tiempo que no saco de casa mi equipo... Con eso de que no hay suficientes alumnos para jugar... es un fiasco

Miré con emoción la conversación de Elena y Azrael y sin poder evitarlo interrumpí su conversación.
- Me encantaría poder jugar a quidditch, pero para ello antes tendría que saber volar - dije con pena - Espero aprender bien este año en vuelo - sonreí

- ¡Oh!, si por favor - dije sonriendo - Me encantaría

- Sí, sé volar -le respondí a Elena-. Mi padre me ha ido enseñando durante este tiempo. Si quieréis guardián, aquí me tenéis
Miré a Hollie cuando preguntó
- No sé, creo que vamos todos a cero... como terminamos el curso y aún ni empezamos el siguiente...

Escuché hablar del deporte muggle.
-Pues Ciqui y yo hemos jugado a eso, pero solo ella y yo. Una vez sin querer rompimos una ventana, la bronca que nos hechó nuestro cuidador
Sonreí a Ciqui recordando la travesura.

Yo también me reí por el comentario de Sonia. Había estado ocupada probando algo del desayuno porque desde que había llegado no había probado bocado y el hambre ya no se resistía.

- La verdad es que sí - dije a Hollie - sobre todo si llegó a romper una ventana. Me hubiese gustado verlo, nunca he visto jugar un deporte muggle por una ardilla, ni siquiera se me había pasado por la cabeza.

-Jajajaja, muy fácil, fue con su cola, porque Ciqui no puede usar las patas traseras y es falta usar las delanteras, de modo que usaba la cabeza y la cola
Recordé como rompió el cristal.
-Yo de una patada elevé la bola y Ciqui saltó y la dio con la cola, creo que le emocionaba hacer una chilena o como se llame, porque la dio sin más

Me imaginé a Ciqui jugando con su cola y la pelota, pero había algo que no entendía.

- ¿Qué es una chilena? - pregunté a Sonia.