¡Encima había recibido una petición para que el sr. Potter ocupara el puesto del sr. Riddle!
Una cosa es que se sepa que quiere el puesto, y que los abueletes lo prefieran... y otra muy distinta que empiecen a atacar sobretodo ahora que Wizard estaba de viaje... ¿La excusa? Había dejado desatendido su departamento. En mi opinión la srta. Balfour realizaba bien su trabajo siendo la 2ª al mando...
Me aparecí a las afueras del pueblo y fui caminado hacia la zona residencial. Pasé por delante de las Tres Escobas con intención de entrar a cenar algo, pero estaba abarrotado.
Suspiré y, resignada, fui hacia mi casa... aunque pasé cerca de la calle donde estaba la otra taverna del pueblo...
Entré, haciendo repiquetear una pequeña campana y me dio la bienvenida bastante polvo y la oscuridad. Los pocos integrantes que habían (irreconocibles porque iban de negro y con capuchas u.u) se giraron para mirarme. Pero volvieron a posar su atención en sus bebidas. No era la primera vez que la señora Ministra iba ahí.
- Un plato de pasta fría con salsa de arándanos y un botellín de hidromiel -dije nada más plantarme frente al viejo dependiente.
Hizo una mueca y fue a la cocina.
A pesar de la apariencia del local, la comida estaba buenísima. Y lo genial era que poca gente lo sabía puesto que en la carta no salía ningún plato y encima el tavernero tenía un humor de perros.
Me senté en una mesa apartada y esperé.