La sombra llegó a las escaleras y las subió mientras una ráfaga de viento le acompañaba. Cuándo llegó a la segunda planta del ministerio se detuvo y leyó el cartel que ponía encima de la puerta: El departamento de Seguridad Mágica, y asientiendo con la cabeza con sonrisa victoriosa entró en aquella planta, le hechó un vistazo rápido y buscó por todas las carpetas y documentos que allí se hallaban, sin preocuparse por dejarlo todo como estaba. Pero, a medida que iba pasando el tiempo y no encontraba aquello que buscaba se iba poniendo más nerviosa y recordando que le podía pasar si no llevaba lo que sus superiores le habían mandado.
De vez en cuando se oían a los guardias pasar de un lado a otro del pasillo, pero eso a ella no era lo que más le preocupaba, lo tenía todo controlado.
Y, por fín trás mucho rebuscar consiguió encontrar lo que buscaba: El mortífago que causó tantos estragos en Hagwarts y había sido aprisionado y encerrado en Azkaban se hallaba en la celda 66.
Cerró la carpeta con una grán sonrisa de victoria y la dejó encima de una mesa esparcida, como todas las demás para no levantar sospecha y sigilosamente salió de la sala burlando a los guardias, bajó las escaleras hasta que su figura se sustituyó por una ráfaga de aire y desapareció, desapareció con aquello que buscaba.