Una carta que nunca llegará 2

Me incorporé y sacudí la cabeza.
-Creo que si
Sonreí.
-Tranquilaaaa que soy de gomaaaaa
Me reí.

Gateé al lado de Elena y me froté en ella como un gato.
-Miauuuuuu

Me tiré encima de ella.
-El veneno no me preocupa
Puse las extremidades al aire y las moví como un gato juguetón.

Unos dedos me dieron en el punto débil y pegué un bote, apartándome de Elena.
La miré un instante y me reí.
Me callé un poco intentando calmarme, pero me vino a la cabeza una cosa.
-Elena
Llamé su atención.
-¿Qué es ser hermanos?
No sabía si eso sería igual que con los animales.

Miré interrogante a Elena y pestañeé.
No terminaba a entenderlo.
-No lo entiendo
Dije al final con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
-Cuando yo vivia con los lobos eran mis hermanos y sin embargo yo no vengo de ellos
Empezaba a tener un cacao mental.

Escuché con atención lo que decía Elena.
Tras recapacitar sobre ello dije.
-Entonces podríamos ser hermanas, aunque no de sangre
Sonreí.

Miré a Elena interrogante. No entendía su pregunta.
-Pues, porque, nos llevamos bien, casi siempre estamos juntas, alguna vez nos peleamos...

Miré a Elena preocupada. Se había quedado muy callada.
-Si..., no quieres...,
Giré la cabeza a un lado.
-No pasa nada..., no te obligo
La miré de reojo.

Miré a Elena sorprendida y luego sonreí.
Tenía una hermana humana..., no de sangre, pero la tenía.
Me acerqué a ella y la abracé.
-Hermana, jijí

Me separé de ella.
-Si tu no quieres pues yo no lo digo
Dije sonriente.

Miré interrogante a Elena
¿En qué quedábamos?, ¿lo contaba o no?
Me encogí de hombros.
-Elena..., ¿es qué tienes algún problema?

¿Sola?, ¿le gustaba estar sola?
Me entristecí.
-Nadie debería estar ni sentirse solo
Me callé un rato.
-A veces está bien estar un rato.., pero, ¿siempre?
Fruncí el ceño.