Aventurarse

Miré asombrada a Sonia era verdad podía hablar con ellos fue increible y no podía dejar de alucinar.

- No pasa nada, pero la próxima vez dile que lleve más cuidado - sonreí - Es increible que puedas hablar con los animales, ojalá yo también pudiera

-Si..., supongo que es bueno
Dije levantándome.
-¿Quieres seguir o has tenido emociones suficientes por hoy?

- Claro que quiero seguir - le dije mientras me levantaba del suelo con mas fuerza que nunca - Vamos a la acción - le dije mientras levantaba un brazo en simbolo de victoria.

Yo también me preparé emocionada y Ciqui hizo el mismo gesto.
Rápidas como un rayo comenzamos a correr bordeando el laguito.
-¿A qué no nos pillas?, pero esta vez no te caigas

- Os pillaré - dije mientras corría detrás de ellas - No me caí aposta, me tropecé con el zorro - le dije miéntras levantaba una ceja.

Ciqui se adelantó y para ir a más velocidad se enroscó como una bola y siguió avanzando a gran velocidad.
Me quedé estupefacta.
-Te alcanzaré Ciqui
Me giré para ver donde iba Atiazna.
-Corre o no nos alcanzarás
Para acercarme a Ciqui e igualarle algo su velocidad, me puse a cuatro patas.
Me dolió algo la espalda, llevaba mucho tiempo sin ir así.

- Jajajajaja, ¡Os alcanzaré! - le dije riendo a Sonia.

De repente ví como Sonia empezó a correr a cuatro patas y la miré impresionada a la vez que asustada.

- Pero ¿Que haces? jajajajaja Te vas a hace daño - le dije mientras corría.

-La verdad es que un poco si me duele, pero se pasará, esto con que lo haga unas cuantas veces más podré ir a cuatro patas otra vez y sin que me duela la espalda
Delante de Ciqui había una enorme roca, a un paso de chocarsé, esta giró a la derecha, esquivando el golpe.

Miré a Sonia, la verdad es que sus locuras no dejaban de impresionarme.
Seguí corriendo y cuándo iba a alcanzarlas ví la enorme roca y frené en seco, ví como Ciqui esquivó la roca. Me quedé muy impresionada.

- ¡Que reflejos! ¡Como lo ha esquivado! - le dije impresionada a Sonia

-No importa a cuanta velocidad gire, para ella es como correr normal, a cuatro patas, lo curioso es que no se marea
Dije mientras Ciqui se alejaba y Atiazna me alcanzaba.

- Jovar - dije impresionada - Ojalá pudiera hacer lo mismo yo siempre me mareo a la primera vuelta - sonreí

-Vaya, yo en la primera no
Salté un tronco que estaba tirado en el suelo, nos comenzábamos a alejar de el colegio.

Ví como Sonia saltaba un tronco que estaba tirado en el suelo y empecé a reducir la velocidad, llevábamos mucho tiempo corriendo y necesitaba parar un poco pare recuperar el aire.

- Espera - le dije a Sonia mientras me adelantaba - Necesito descansar un poco, si quieres puedes ir yendo, solo será un momento, luego te alcanzo.

Oí a atiazna que pedía descanso y llamé a Ciqui que ya ni la veía.
Como una flecha pasó por mi lado, levantando arena y hojas, me tapé, y se acercó a Atiazna botando aún hecha un ovillo.
-A veces me entran ganas de pegarle una patada, porque me recuerda un balón

Jajajaja - reí ante el comentario de Sonia - Pobrecilla, mirala que mona, que agilidad tiene y la tia no se cansa - sonreí mientras me sentaba en una roca.

Ciqui se abrió en el aire y corrió a currucarse encima de Atiazna.
-Está bien, descansaremos un rato
Dije sentándome en el suelo.

Miré a Ciqui y ví que se acurrucaba encima mio, asi que le hice mimitos mientrás ella cerraba los ojos.

- Que mona es - le dije a Sonia sonriendo - ¿Dónde la encontraste? - le pregunté

-Recuerdo de haber estado con ella desde siempre, aunque al principio no nos entendiamos, igualmente nos llevábamos muy bien

- ¡Oh! - dije sorprendida - Se nota que os quereis mucho - les sonreí - Supongo que habrás vivido muchas aventuras con ella

-Alguna que otra
Miré feliz a Ciqui y ella me devolvió la mirada.
Al rato se levantó y subió a mi cabeza y me dio unos golpecitos con su pata.

Oí como algo se movía en una rama y me asusté

- ¿Que ha sido eso? - pregunté asustada a Sonia

Escuché un leve sonido de hojas y Ciqui levantó las orejas, luego me miró y me dijo que era Elena.
Asentí con la cabeza, más tarde el aire atrajo su olor.
Luego Atiazna preguntó.
-Tranquila, de haber sido un animal ya nos habría atacado

No miré en ninguna cirección, pero contesté.
-Aunque no estuviera te habría olido, solo que más tarde