No sé cómo lo habréis pensado vosotros pero yo he supuesto que la clase sería más o menos después de las vacaciones de navidad, para el 12 o 14 de enero
Jacob entró en Hogwarts, se paró a hablar con McGonnagall que seguía por ahí. Charlaron un rato y al final Jake subió a su despacho. Sacó lo que tenían que usar ese día y fue a clase. Guardó el libro de séptimo en la estantería y sacó el de tercero mientras ponía a hervir el agua. Puso té negro justo cuando sonó el timbre.
Sería mejor que se comportase, tenía que dejar los problemas de su vida personal de lado, igual que hacían los chicos. (qué irónico) Los problemas del ministerio se quedaban en el ministerio y los problemas… domésticos apartados en su mente. Algo sabía de antemano, no quería ver qué le salía a él en la predicción de los posos. Asique rogaba a Dios, Ala, Iahveh, o a quien maldita sea que fuese posible por no tener que hacer una demostración. Además estaba que el té negro no le gustaba. Amargo y… buahg. Repulsivo. Pero como sabía de sobra que no se pondrían de acuerdo entre ellos decidió que lo mejor sería optar por el que mejor se viese. Fue a la ventana y miró. Podía ver a los Thestrals sobrevolar el bosque. Se quedó pensativo, por supuesto, pensando en el posible hijo que se le venía encima. ¿Dónde narices tenía la cabeza? Si pasó alguien ni siquiera se dio cuenta.
Jacob entró en Hogwarts, se paró a hablar con McGonnagall que seguía por ahí. Charlaron un rato y al final Jake subió a su despacho. Sacó lo que tenían que usar ese día y fue a clase. Guardó el libro de séptimo en la estantería y sacó el de tercero mientras ponía a hervir el agua. Puso té negro justo cuando sonó el timbre.
Sería mejor que se comportase, tenía que dejar los problemas de su vida personal de lado, igual que hacían los chicos. (qué irónico) Los problemas del ministerio se quedaban en el ministerio y los problemas… domésticos apartados en su mente. Algo sabía de antemano, no quería ver qué le salía a él en la predicción de los posos. Asique rogaba a Dios, Ala, Iahveh, o a quien maldita sea que fuese posible por no tener que hacer una demostración. Además estaba que el té negro no le gustaba. Amargo y… buahg. Repulsivo. Pero como sabía de sobra que no se pondrían de acuerdo entre ellos decidió que lo mejor sería optar por el que mejor se viese. Fue a la ventana y miró. Podía ver a los Thestrals sobrevolar el bosque. Se quedó pensativo, por supuesto, pensando en el posible hijo que se le venía encima. ¿Dónde narices tenía la cabeza? Si pasó alguien ni siquiera se dio cuenta.