Tuve suerte de que antes de entrar en la sala alguien abrió la puerta lo suficiente como para escabullirme por ella. La verdad es que con tanta cosa entre los brazos era un poco imposible pensar en abrir una puerta con las manos...
Me acerqué a la primera mesa libre que vi, que, por supuesto, era la más alejada de la puerta, ya que muchos habían llegado antes que yo y la época de exámenes... apremiaba.
Dejé los libros pesadamente y me puse a organizar las cosas por asignatura.
- Merlín -resoplé al ver los montones.
Cogí una hoja y me dispuse a hacer ms resúmenes de historia de la magia.