Pensando...

Adulta

Encima de una lápida,con los pies colgados y cn los brazos crzados, miraba el cielo, un poco nublado.
Escuché que alguien caminaba por el cementerio y miré a ver quien era, no era peligrosa. Parece que no se había dado cuenta de mi presencia, de modo que cogí las uñas largas y las arrastré por la lápida

Volví a escuchar el ruido y ya hasta las narices de él me levanté.

- Lumos.

En una lapida se encontraba una joven, que reconocí de inmediato.

- ¿Ya no se puede estar tranquila en ningun sitio? - sonreí de lado - ¿Que haces aquí, Sonianda?

Puse las manos encima de la lápida y choqué las uñas en ellas.
-Aburrirme
La dije mientas chocaba los pies en la lápida divertida.

- No tienes respeto por los muertos... - dije mientras iba a la lápida de mi padre y volvía a arrodillarme. Pronuncié el encantamiento Orchideus y dejé el ramo en la tumba de mi padre quitando las anteriores.

-Je
Ella misma lo había dicho, estaban muertos
Salté de la lápida y leí el nombre inscrito enla piedra. No me sonaba de nada.
Me acerqué con las manos en el bolsillo, y con indiferencia, a Irene.
-Oh, dejando flores a tu padre, que bonito
Dije un poco burlona.

- ¿Por qué crees que es mi padre? - cada vez me incordiaba más la actitud de Sonia, tenía mala leche, no había sido un buen día para mí, por eso había ido a ver a mi padre, porque no había sido un buen dia.

-Lo sé, supongo que ahora es un muerto más
Dije mientras alzaba las manos y giraba sobre mi misma, como mostrando todas las lápidas.

-Esa no es respuesta alguna.

-¡Ah!, ¿y no está aquí a bajo?
Dije pisoteando un poco la tierra.
Luego miré el horizonte oscuro del cementerio y giré rápidamente la cabeza hacia Irene con una media sonrisa.
-Aunque ahora seguro que está en los huesos, los gusano hacen mejor su trabajo en cuerpos más putrefacto..., y tu padre ya hace tiempo que esta muerto, ¿no, Irene?

-Je
Me acerqué a otra lápida y leí el nombre del muerto. Otro que no me sonaba.
-¿Qué crees que encontraré debajo si desentierro a este muerto?
La miré divertida.
-¿Te apuntas?

-Bah, aqui ya hay mucha gente a la que no visitan. Si te das cuenta, verás que algunas lápidas estan dejadas y otra más limpias y con flores, no creo que a los muertos olvidados les importe que le robe algún hueso
Me acerqé a la lápida del padre de Irene y pasé la uña por él.
-Iba a robar algún huesoa a tu padre..., pero como estas tu..., lo dejaré por un tiempo

- Mas quieras que no ocurra, o te mato.

-Um..., ¿ni siquiera uno pequeñito?
Dije con cara de pena y apoyándome en la lápida.

Era divertido volar por los aires.
Me levanté sin más.
-Psé, seguro que no tiene ninguno ya, los gusanos se lo habrán comido todo ya, bueno, te los quitaré a ti cuando la palmes...

Sin poder aguantar ya lancé el Expelliarmus a mi antigua compañera de Gry. ¿Cómo podía haber cambiado tanto?

Este era el momento, sabía que en algún momento acabaría lanzando un hechizo.
Con gesto elegante saqué la varita, hice un juego de manos y la cogí con delicadeza, luego crucé los brazos y susurré:
-Protego
El hechizo se anuló.
-Tranquila Irene, no he venido a pelear
Subí con cuidado a un lápida iluminada por el claro brillo de la Luna, mis ojos brillaron ante la luz.
-Solo...
Me llevé la punta de la varita a la boca.
-Divertirme
Me levanté, aun en la lápida de no se que persona y bajé la varita a un costado.
La miré con una sonrisa maliciosa. Pobre de ella que volviera a atacarme.

-Ju, ya te lo he dicho, solo he venido a divertirme
Me encogí de hombros.
Bajé de la lápida anónima y me acerqué a otra que tenía flores, cogí una y comencé a darle vueltas.
-Je, que estúpidos son
Dije mirando la flor.
-Dejando ramos de flores..., si total, el tiempo las marchita, las arrancan y si no lo hago yo, ya se encargará otros de hacerlo, ¿tu qué dices, Irene?

-Oh, si, aquella niña salvaje y asustada, que tiempos...
Dije como si fuese algo aburrido.
-Jajajajaja
Me reí al recordar alguna de mis tonterias, que estúpida fui.
Pero mi cara pasó a ser menazadora y fría.
-Las cosas cambian, la gente madura y aprende, ¿no pretendrías que siempre fuese aquella chica loca e hiperactiva para siempre, no?
Dije la pregunta con un toque de pena y burlona.
-Y no, los mortífagos no tienen nada que ver, en tal caso abrí los ojos y vi la realidad