Explorando las profundidades (2)

Llevé a Fedric hasta el campo de Quidditch y cuándo entramos me paré un segundo y miré admirada el campo, mis ojos brillaban.

- Bueno, ya llegamos - dije trás volver en mí - Es asombroso ¿A que sí? - le pregunté ilusionada

Salimos del bosque y seguí a Atiazna.
A lo lejos pude ver como asomaba el campo. Noté la emoción en mi cuerpo.-Que pasada.-Dije asombrado.-Tengo unas ganas bestiales de subirme a una escoba y volar bien alto.-Dije mientras seguía caminando.

No sé cómo ni por qué, por alguna extraña e irónica razón, había llegado hasta el campo de quidditch. Estaba en el otro lado del campo cuando vi dos figuras. Me empecé a acercar y vi que era Atiazna acompañada de un niño que no conocía ni de vista. Me pareció extraño.

Me terminé de acercar y saludé con la mano.

- Ey -dije como siempre que saludaba-. Hola, Atiazna. ¿Cómo por aquí?

- Ya verás como cuándo lo pruebes te encantará - sonreí

Entonces llegó Azrael.

- ¡Azrael! ¡Hola! - le saludé amablemente - Ya ves, hacía mucho que no lo visitiba - sonreí - Y tu ¿Cómo por aquí? - le pregunté

-Estoy seguro de que si.-Nada más terminar, apareció otro chico que no conocía, que al parecer conocía a Atiazna.

Miré de reojo los postes.

- Realmente no sé ni qué hago aquí -me encogí de hombros-. Empecé a andar y los pies me llevaron aquí... -miré al chico que no conocía-. Hola, soy Azrael... Tú no me suenas mucho... la verdad... Lo siento si no te reconozco... ¿te llamas...?

-Soy Fedric, un Slytherin, ¿y tú?

Reí.

- ¿Siempre te presentas como "Soy Fedric, De Slytherin"? Tranquilo, que veo tu escudo y el color de tu capa Porque aunque aún no estás en curso igualmente los llevas, no? hehe -me hizo gracia-. Yo soy Azrael... -sonreí-. De la misma casa que Atiazna, si tanto urge ese tema.

- Es así de orgulloso - reí burlona - Si, de la misma casa - le sonreí a Azrael

Hice una pausa y dí un vistazo profundo al campo.

- Bueno y... ya que estamos aquí podríamos volar un poco y te demostraré lo que he aprendido, además habrá que entrenarse para ese grandioso partido, porque ¿Jugarás no? - le pregunté a Azrael - Asi, si quiere podemos enseñarle un poco a volar - me giré ahora hacia Fedric.

Me dio un escalofrío.

- Eh... No me he montado en una escoba desde... -tragué saliva con dificultad-. ¿Han comprado nuevas?

Miré mal al tio ese, pero al menos se presentó.-Genial, al menos no eres un Gryffindor.-Escuché la palabra partido y miré a Atiazna.-No sé, nunca he subido a una escoba, todabía.-

¿Un crío me estaba mirando mal?

- Menos lobos, caperucita -dije entre dientes.

Miré a Atiazna. ¿Por qué se había hecho amiga de ese chico? No parecía demasiado agradable pasando el hecho de que le había hablado con nrmalidad, haciendo una broma sin importancia y había saltado de esas maneras...

Lo que menos quería era tener otra pelea con alguien. Ya me bastaba con uno.

- No pasa nada, seguro que montas genial - sonreí a Azrael - Además, según dícen, lo que bien se aprende, nunca se olvida - le guiñé un ojo.

Miré pensativa trás su pregunta.

- Creo que si que han comprado nuevas, pero no estoy muy segura - miré a Azrael

Luego escuché lo que dijo Fedric.

- Así te enseñamos, aver como se nos dá - le sonreí

Después escuché lo que dijo Azrael y le miré durante un buen rato sin saber que decir, no quería que se pelearan, los dos eran mis amigos.
Seguidamente, sin ya saber que hacer, miré a Fedric y con un gesto intenté decirle que se relajara. Hubo un rato de silencio y finalmente timidamente me decidí a hablar.

- Bueno... ¿Qué os parece si vamos a mirar si hay escobas nuevas? - les pregunté

Iba a contestar cuando vi que Atiazna hacía una señal.-Vale, me muero de ganas de saber que nuevas escobas han comprado.-

- Por mi genial -contesté-. Espero que sean nuevas porque... sino si que no me monto.

- Pues vamos allá - les sonreí.

Caminé hasta la sala dónde estaban guardadas las escobas. Al llegar abrí la puerta aunque me costó lo mío, la puerta iba algo dura. Finalmente lo conseguí y antes de entrar eché un vistazo general.

- Mirad, esas parecen nuevas - dije miéntras señalaba unas que se encontraban al fondo de la sala.

Miré las escobas con recelo. Sí, parecían nuevas. Aunque no estaba muy por la labor de montarme encima. Las miré, reticente a coger alguna.

- Eh... No sé si me apetece mucho montar, ahora que lo pienso.

Noté que mi cuello estaba húmedo de sudor frío.

Miré todas las escobas y me llamó una la atención.-Creo que cojo esta.-Se lo enseñé a mis compañeros.-Creo que es una Cometa 280.-

Miré a Azrael preocuda miéntras veía ilusionado a Fedrix con las escobas. Parecía que algo le pasaba a Azrael.

- ¿Qué ocurre? - miré a Azrael preocupada - ¿Estas bien? - dije miéntras me acercaba a él

Me acaloré.

- Sí eh... Sí, claro ¿Por qué no iba a estarlo?

Estaba empezandoa pensar que era un bocazas... quizás no hubiera sido buena idea venir al campo, después de todo

Escuché a Atiazna y miré al chaval.
-Pues por la forma que hablas no lo parece

Miré a Azarel preocupada, parecía nervioso pero ¿Por que? Montaba muy bién en la escoba no podía entender que le pasaba.

- Azrael - le dije tranquila miéntras me acercaba a él - No pasa nada, puedes contarmelo, puedes confiar el mí, somos amigos - le sonreí y seguidamente le guiñé el ojo

Suspiré.

Ante toda respuesta me quité una manga de la túnica y me arremangué una de las mangas del jersey. Se podía ver las cicatrices de varios raspones por todo el brazo.

- Por esto cambiaron las escobas...

-Fiuuuuu.-Silbé al ver las magulladuras.-No me gustaría estar en tu piel el día que te hiciste eso.-

Me bajé la manga y me puse bien la túnica. Me encogí de hombros.

- Lo que pasó... pasó. Intento no pensar en ello... demasiado -suspiré-. Lo único es que, ahora, me da algo de miedo coger de nuevo la escoba...