Jacob Kinnet Jue Feb 11, 2010 2:48 am
Jake ya no podía más. Se le había formado un gran nudo en la garganta, le costaba tragar su propia saliva.
- ¡¿Cuando pensabas decírmelo?! - medio susurró -. ¡No es algo que se deba tener en secreto!
Hizo una pausa en la que nadie dijo nada antes de decir:
- Hubiese estado bien un "Me llamo Erzsebeth estoy casada" - "no te ilusiones conmigo porque no tienes nada que hacer" añadió mentalmente - Si me disculpas...
Se levantó y se fue al baño, todavía tenía la camisa y el cabello mojado. Una vez allí se miró en el espejo, y sin pensarlo mucho le propinó una patada al lavabo, haciéndose daño en el dedo gordo.
¿Pero quién te crees que eres? se preguntó, te estás comportando como un niño, ¿acaso ella te había dado alguna muestra de que tuvieses posibilidad como algo más que un maldito amigo? Jake rompió los pensamientos intentando calmarse. Sin embargo no pudo hacerlo, la frase más dolorosa se cruzó por su cabeza "siempre el amigo".
Se lavó la cara e intentó sonreír, en vano. una vez en la mesa de nuevo comentó:
- Quizás fuese mejor que no nos viesemos tanto... Si la gente se enterase de que estás casada y que te ves conmigo... El bando conservador lo podría utilizar para ponerlo en tu contra... - mintió, era posible que pasase lo que había dicho, pero para olvidar a una persona lo mejor era irse cuanto más lejos... mejor. Y puesto que era su jefa... muy lejos no podía ir.
