Club de Artes Marciales

Bajó las escaleras cuando oyó una voz.

- Sí, estoy -cuando llegó al final de ellas miró a la niña-. ¿Qué se te ofrece?

Alzó una ceja. ¿Una sugerencia? Las sugerencias de Elena no solían ser muy... correctas.

- Dime -dijo sentándose en su silla y señalándole una delante del escritorio para que la niña se sentara.

Su gesto de confusión se hizo aún más evidente.


- ¿Artes marciales? -preguntó simplemente.

- Me parece una buena idea. Pero ¿qué sitio habéis pensado para reuniros?

- ¿Se puede? - pregunté asomándome al despacho de la directora.

Había salido corriendo detrás de Elena para ir al despacho pero la había perdido de vista y había acabado dando un rodeo para llegar al despacho.

Yo, su vez, había seguido a Dawn. No me apetecía correr, así que no quise retrasarla sin ponerme a su altura. Cuando subí las escaleras y llegué a la puerta ya estaba Dawn en el umbral.

Asomé también la cabeza paa mostrar que iba con ellas.

- Buenos... dias -dije en uhn leve susurro.

Iba despacio, caminando a la altura de Azrael siguiendo a Elena, que había echado a correr, típico de ella. Y como Dawn y Azrael me asome al despacho de la directora.

- ¿Se puede? Ti... Sra. Asile - rectifiqué, me tenía que acostumbrar a no llamarle tia en el colegio.

- Sí, podéis pasar y sentaros -dijo asombrada cuando de repente vio a tres niños más en la puerta de su despacho. Una vez se sentaronse dirigió a ellos-. ¿Estáis relacionados con lo que la señorita Bathory me ha estado diciendo de las Artes Marciales?

Llegué al despacho la última, ya que estaban todos ahí.
-Buenas
Saludé.
Y ante la pregunta, di mi opinión.
-Me parece un buen lugar la sala de los menesteres

- ¿Qué os parece a los demás?

Sonia llegó la última y al contestar a la respuesta que había formulado la directora sonreí.

- A mí me parece un buén lugar

- Es un buen sito - respondí a la pregunta de la direcotora.

- Vale, me parece bien -asintió ligeramente-. Os aconsejo pensar también en una habitación con pociones antiinflamatorias y curadoras de heridas para que no tengáis muchos problemas

- Si - asentí a la directora y a Elena - ¿Deberían ser por las tardes, no?

- Da igual mientras sea en horario de ocio y no más tarde de la hora de la cena, ya sabéis.

Asentí simplemente a lo que iban diciendo.

Me parecía bien que fuera por las tardes, pero todos los días... A lo mejor ibaa serun poco duro.

De igual manera, no dije nada más.

- Si, deberíamos pensar que días, pero antes ¿Cuántos días a la semana, dos o tres?