Esperando carta

Me reí a la vez que Sonianda.

- Somos unas egoístas - dije entre reisas.

Sonreí ampliamente.
-¿Y bien?, ¿de qué hacemos la tienda?

- De lechuzas, obviamente - dije señalando al lugar en el que nos encontrábamos - incluso podríamos alquilarlas jaja.

-Si, además, tenemos ventaja, hablaré con las lechuzas, a ver que dicen

- Es verdad, no me acordaba que tú podías hablar con los animales - dije animada - cuando te contesten me lo cuentas ¿vale? - añadí divertida.

Miré hacia atrás.
-Voy a mirar si ha llegado
Y subí las escaleras.

- Vale, yo seguiré aquí un rato más - dije.

Cuando Sonia desapareció de mi vista empecé a hacerme un pequeño masaje sobre el pie herido, no era la primera vez que mis pies sufrían por mis despites, no mirar por donde voy y esas cosas.

Llegué a la lechucería y vi a una lechuza gris con una carta en el pico.
La lechuza, al verme, voló al hombro y me dijo que era para mi.
La di las gracias y volví casi corriendo hacía Dawn.
-Mira, ya tengo aquí la carta

Escuché hablar a Sonia y me giré para mirarle a la cara.

- Vaya, me alegro, estabas un poco impaciente ¿verdad? - dije, entonces me puse un poco triste - aunque eso significa que ahora te vas.

Puse mi mano en su cabeza y sonreí de forma traviesa.
-En ningún momento he dicho que me fuera a ir

Sonreí al oír a Sonia.

- Pero te vas a aburrir porque no puedo hacer nada - dije volviendo a estar un poco triste.

Torcí la cabeza.
-Una persona no puede estar sin hacer nada
Crucé los brazos.
-Venga, te reto a una partida de ajedrez mágico

- Acepto el reto - respondí con una sonrisa, aunque me apareció una duda - aunque yo no tengo ni tablero ni fichas, ¿tú tienes? - pregunté.

-Um..., pues no
Medité un poco.
-Cuando jugamos Ciqui y yo, el tablero ya estaba ahí, ¿crees qué habrá alguno en la sala de los menesteres?

- ¿Es la sala donde aparece lo que deseas? - pregunté a Sonia ya que me sonaba pero no estaba segura - porque si es allí seguro que conseguimos que aparezca.

-Si, creo que si, otros la llaman la sala que viene y va
Di unos saltos emocionada.
-¿Vamos entonces?

- Está bien - dije más animada.

Me levanté despacio y comprobé que el pie ya me dolía mucho menos, aunque aún tendría que tener cuidado mientras íbamos hacia la Sala de los Menesteres.

- ¿Me guías? - pedí a Sonia - es que todavía no me conozco muy bien el castillo, es muy grande.

-Pues claro que si
Bajé unos escalones.
-Sigueme

Abro tema en menesteres ok?