Una carta que nunca llegará 2

Bajamos de la lechucería hasta llegar al Gran comedor y corrí hacia una mesa.

-No sé, en cualquiera..., hay tantas...
Dije mirando por todas partes.

(solo hay 4... bueno y la de los profes)

- Si quieres quedarte en la de Slytherin...?

-Bueno, me da igual, mientras cumpla la función mesa
Y fui allí y me senté.

Cogí dos patatas y las puse entre el labio de arriba y los diente, a modo de colmillos, luego cogí dos esparragos trigueros y los puse en los orificios de la nariz.
Miré a Elena y....
-Maaaaaaaaa
Dije con las manos en alto.

También reí y me quité la comida para poder hablar.
-Nadie me ha enseñado que con la comida no se juega, lalala
Cogí dos mandarinas e hice malabares con ellas.

-Si..., Esteban también se desesperaba...
De repente tuve que taparme la boca. No tenía que haber dicho nada...

-No, nada
Enseguida comencé a comer cualquier cosa que tuviera de por medio, esperaba que no estuviera aún curiosa.

Me sorprendió lo que había dicho Elena.
-¿Yo, rara?, pues claro que soy rara, ¿acaso no hablo con animales?
Sonreí.
A ver si conseguía desviarla.

-Que va, imaginaciones tuyas
Jugueteé con las manos.
-Yo soy así de rara
Dije mirando al techo.

La miré de reojo y suspiré para mis adentros.
Si Esteban se enteraba de que había dicho su nombre en alto, me mataría.
Sonreí.
-Me gusta ser rara

Miré a Elena.
-Así que pensabas que antes si era rara, pues no he cambiado nada, así que sigo siendo rara

Me reí.
-Y pensar que el inicio del curso pasado no me podías ni ver...

Seguí riendo y luego la miré seria.
-Y lo mismo pasará con Fedric
Cambié mi cara a una más agradable.
-He hecho un trato con él
Dije.
Cogí un vaso y bebí zumo de melocotón.