Mirándo mi "reflejo" en el espejo

Iba paseándo por los pasillos y al pasar por delante del baño decidí entrar. Observé que estaba sola y trás entrar a uno de los baños me dirigí al lavavo para lavarme las manos, abrí el grifo y las lavé con el jabón que había encima, después me sequé las manos con la toalla y al levantar la cabeza ví que no me reflejaba en el espejo, pegué un salto del susto.

- ¡Jovar! Jamás me acostumbraré a esto - susurré miéntras recordaba lo que me había pasado.

Caminé saltarineando por los pasillos, pero al pasar por el baño de niñas olí algo.
Me paré y retrocedí.
Me asomé a la puerta y vi que estaba Atiazna mirándose al espejo un poco impresionada.
Entré sin más.
-Atiaznaaaaa, cuanto tiempo
Dije toda emocionada por verla.

Seguía paralizada mirándo el espejo, era como si fuera invisible. Entonces al oir que alguién me saludaba pegué un bote y enseguida me aparte del espejo esperándo que no fuera tarde y no hubiera visto que no me reflejaba en él, aunque la maniobra era difícil, había muchos espejos, asi que solo se me ocurrió agacharme corriéndo al suelo.

- ¡Sonianda! - le saludé desde el suelo miéntras intentaba disimular haciéndo que buscaba algo - Si, demasiado tiempo - suspiré - Bueno y ¿Qué tal? - comencé una conversación intentándo que no se diera cuenta.

Noté que empezaba a ponerme nerviosa, las rodillas me empezában a temblar y dado que estaba de rodillas se notaba demasiado. "Tranquila Atiazna, respira" me dije a mi misma para intentar relajarme miéntras miraba a Sonianda disimulándo con una sonrisa.

Vi que Atiazna se había tirado al suelo.
Me acerqué al espejo donde estaba ella y miré con atención con el ceño fruncido. Girando la cabeza de derecha a izquierda.
Luego me agaché con Atiazna y le pregunté.
-¿Buscas algo?

Levanté la cabeza nerviosa, estaba algo colorada.

- Si, creo que se me ha caido un pendiente - dije miéntras con una mano me tocaba la oreja para quitármelo, pero entónces noté que no llevaba ninguno, con las prisas se me había olvidado ponérmelos - O mas bién los dos - añadí con una risa tonta

La miré interrogante.
Olí a Atiazna y me puse a buscar los pendientes.
-Es extraño..., no me acostumbro a tu nuevo olor
Seguí buscando, pero no olía a nada , a parte de lo que suele oler un baño, que no precisamente olía a rosas.

La cosa iba empeorando, estaba apunto de descubrirme y si no tardaría poco, no era nada mas que una metedura trás otra.

- ¿A mi nuevo olor? - repetí en voz baja, se acabó, me iba a descubir.

Miré como Sonianda buscaba los pendientes, "gateé" hacia ella y le cojí del brazo.

- Déjalo, ya los he encontrado - dije miéntras le sonreía

De repente Atiazna me cogió del brazo y me caí.
-Uah
La miré.
-Oh, me alegro
Sonreí mientras me incorporaba.

- Lo siento ¿Estás bién? - dije al ver que se había caido

Sonianda se incorporó y yo la miré nerviosa, sin saber que decir o hacer, quería contárselo pero ¿Y si salía corriéndo? No quería que me tuviera miedo, era incapaz de hacer daño a la gente y aunque no lo manejaba del todo ya iba mejorándo, además, jamás podría hacerle daño a ella.

Miré con curiosidad a Atiazna.
-¿Ocurre algo?
La veía muy nerviosa y pensativa.

Suspiré nerviosa y miré a mi alrededor inténtando pensar como salir de esta, entonces noté una pequeña brisa, "Será el aire" pensé miéntras seguía mirándo a Sonianda, pero una voz resonó en mis oidos, asustada pegué un bote y por ello me levanté. Miré a la sala inténtando ver quién había allí, pero no conseguí ver a nadie.
Me giré hacia Sonianda interrogante.

Vi que apareció Myrtle y sonreí.
Al notar un movimiento brusco me giré para ver que pasaba.
Me quedé mirando a Atiazna, y el espejo, un rato sin decir nada.
Silencio..., silencio..., más silencio....
-¡QUÉ PASADAAAAAA!
Dije maravillada.
-¿Cómo lo has hecho?
Cogí a Atiazna y la aparté de lespejo y lo examiné a conciencia.
-Dime, ¿cómo haces para no reflejarte?

Al mirar a Sonianda ví que se había quedado perpleja mirándo el espejo "Mierda, mierda mierda" me dije.

- No te asustes por favor, te... te... te lo puedo explicar - dije nerviosa antes de que Sonianda dijera nada

Volví a mirar a Sonianda esperándo que dijera algo, parecía maravillada.

- Si yo supiera algo para evitarlo creeme que lo haría - susurré - Esta bién, te lo contaré, pero antes, pormete que no te asustarás - le miré

Si esto fuera una serie de dibujos aparecerían miles y millones de interrogantes. En este caso, solo uno.
-¿Eh?, ¿contar el qué?, ¿asustarme?, ¿yo?

- Espero que tengas razón y no te asustes - suspiré.

Hice una pausa.

- Veras... ¿Te acuerdas del día en el bosque? ¿Aquél día en el que Elena y tú me trajisteis hasta aquí? Pues verás... ese día... no me desmayé, ni tropecé - tragué saliva - Ese día fuí atacada por una criatura mágica - miré a Sonianda

Interrogantes sobre mi cabeza.
-Um... ¿y?

¿Será boba? xD

- Pues que... la criatura que me atacó hizo que me transformara en lo que es ella - suspiré, hice un apausa y tragué saliba - Fuí atacada y mordida por un vampiro - dije rápida sin para a pensármelo dos veces, después miré a Sonianda tranquila para que no se asustara.



Y tanto, ya la estas sacando de quicio XDDDDD

Miré a Atiazna pestañeando.
-Ah, vaya
Me crucé de brazos pensativa.
-¿Eso es malo?
Pregunté con el ceño fruncido.

- ¿Malo? - pregunté extrañada - Aver tiene sus cosas malas y buenas, auque ahora solo veo lo malo - suspiré - Por ejemplo, el dia que salí corriéndo de la sala de Trofeos sin deciros nada fue porque... en fin ya sabes que los vampiros se alimentan de sangre... - dije sin saber como explicarlo, me resultaba algo incómodo - Estos días no me he podido relacionar con nadie y estado muy apartada porque no podía controlarlo, no es nada fácil ¿Sabes? - comencé a llorar - Tengo que tener en cuenta muchas cosas, como que, no me reflejo en los espejos, ni salgo en las fotos y luego está lo de las cruces, la plata... - dije miéntras me secaba las lágrimas.

Me puse nerviosa al verla así.
-Am, pues, esto...
¿Y ahora qué tenía que hacer?
-Conmigo no debes preocuparte
Sonreí.
-Porque si alguna vez estoy en peligro yo te aseguro que lo sabré
Le saqué la lengua.

Miré a Sonianda miéntras seguía secándome las lágrimas.

- Me alegra que por lo menos no hallas salido corriendo - sonreí levemente - Solo te pido una cosa, que no se lo cuentes a nadie, será nuestro secreto, bueno Irene también lo sabe y... si no es demasiado pedir ¿Me ayudarás a evitar que los demás averigüen lo que soy?

-Mi instinto no me ha avisado de que tuviera que correr
Escuché su petición.
-No te preocupes, no se lo diré a nadie si tu no quieres y te ayudaré en lo que pueda
Le guiñé un ojo.
Me quedé un rato callada.
-M..., supongo que eso explica tu nuevo olor
Dije mientras me cruzaba de brazos.

Sonreí ampliamente a Sonianda y me acerqué corriéndo a ella a darle un abrazo.

- Gracias - le susurré al oido.

Luego le solté.

- Si, exactameo lo explica, la verdad es que me asurtaba que por ello algún día me pillaras - hice una pausa - Pero la verdad es que me alegra mucho habertelo contado, gracias por escucharme, confío en tí, se que no lo contarás y se que contaré con tu ayuda - le sonreí

Sentí un leve aumento de temperatura en las mejillas.
Normalmente era yo quien abrazaba, sin embargo, sonreí después.
-Esto va a ser un problema. Si jugamos al pilla pilla, apuesto a que ahora corres más que yo
Dije para animarla.

- Sí - reí divertida - Pero tu tienes una ventaja en el escondite, mi olor - le guiñé un ojo y sonreí.