Nada más salir de la cocina heché a correr entre lágrimas.
No miré a nadie ni me paré, tampoco estaba segura de adonde ir.
Pasé por una puerta que no recordaba haber entrado nunca ahí y pensé qué en ese lugar no entraría nadie.
Abrí la puerta y me asomé, cuando vi que no había nadie entré y la cerré.
La sala tenía un montón de vidrieras y alguna mesa con sillas, dentro de las vidrieras habían placas trofeos...
Me acerqué a una silla, me senté y apoyé los brazos en la mesa y la cabeza en ellos.
No miré a nadie ni me paré, tampoco estaba segura de adonde ir.
Pasé por una puerta que no recordaba haber entrado nunca ahí y pensé qué en ese lugar no entraría nadie.
Abrí la puerta y me asomé, cuando vi que no había nadie entré y la cerré.
La sala tenía un montón de vidrieras y alguna mesa con sillas, dentro de las vidrieras habían placas trofeos...
Me acerqué a una silla, me senté y apoyé los brazos en la mesa y la cabeza en ellos.