Explorando las profundidades

Caminaba por las afueras del bosque. Tras planteármelo mucho, decidí explorarlo.
Todo iba bien hasta que oí un ruido. Giré bruscamente con la mano cerca de la varita. Algo muy tonto, pues aún no había aprendido ningún hechizo de ataque.
Presté atención y mirando en dirección al ruido.

Era mi segundo día con mi nuevo yo, seguía cansada, todavía no me había repuesto ni fisica ni psicológimante del hecho, pero ya era oficialmente una de ellos, había probado la sangre, creía que sería repulsivo, pero tenía tanta necesidad de ella que solo deseaba volver a poder provarla, hecho que me preocupaba demasiado en las relaciones con los demas.

Había ido al bosque, era estúpido volver al lugar donde todo había pasado, pero me ayudaba a pensar y a recordar.

Estaba caminándo por el bosque, era un día soleado y caminaba como si nunca había entrado en él, admirándolo detenidamente, entonces oí un ruido, me escondí sigilosamente detrás de un arbol y asomé la cabeza, iba notándo como mis sentidos se iban agudizándo. Facilmente reconocí a Fedric y salí sigilosamente del escondite y me dirigí hacia él.

- No iras a atacarme ¿No? - le pregunté al verle con la varita en la mano - Guarda esa varita, podrías lastimarte - le dije en tono burlón pero amigable - ¿Cómo tú por aquí? - le pregunté curiosa.



No has puesto si era de noche o de día, pero, por tu bién mejor de día sino lo cambio, que no me importa

*um bueno, de acuerdo

Bajé la varita cuando vi a Atiazna.-Buff, que sepas que has tenido suerte de que no supiera, aún, algún hechizo.-Guardé la varita y otesté a su pregunta.-Pues..., estaba pasenado por los alrededores, y me he acordado de que no había entrado todavía por aquí..., así que iba a echar un vistazo, ¿y tu?.-

- ¿De verdad habrías sido capaz de atacar a una niña inocente en este lugar? - le pregunté con cara angelical.

Hice una pausa durante unos segundos.

- Pensar, supongo... - suspiré mientras miraba a mi alrededor - Así que, ¿Ya te conoces cada rincón de este colegio?

-Depende.-Dije encogiéndome de hombros.-Si hubieras sido una leona lo habría hecho sin dudar, pero has tenido suerte de que no.-Miré a mi alrededor.-No..., todavía no lo he visto todo, seguro.-

- Mas bién yo creo que es porque habrías perdido - dije haciéndome la interesante miéntras cogía mi varita y la movía son suavidad.

Hice una pausa.

- Si quieres... - dije poniéndo cara angelical -... y no te molesta que te vean por ahí con una tejona como yo - dije mas seria - podría enseñarte lo que todavía no has visto, no llevo mucho tiempo aquí, pero podría hacerte una visita guiada que no estaría nada mal - sonreí

Solté una risa.-No, no perdería, es más, ni comenzaría un duelo.-Me encogí de hombros aún.-Porque no me sé ningún hechizo todavía.-Escuché sus palabras.-Tranquila, los tejones me caen muy bien.-Me callé un poco y luego añadí.-Bien, ¿a dónde me llevarás.-

- Pues entonces vaya pelea mas interesante - reí divertida.

Hice una parada y me paré a pensar.

- Pues, a donde quieras, ya he dado muchas vueltas por este colegio y mis lugares preferidos son el jardin y el lago pero, creo que allí has estado ¿no? - le pregunté - ¿A dónde te gustaría ir? ¿Que te parece el campo de Quidditch? A mi me encanta - mis ojos comenzaron a brillar - Adoro el Quidditch - sonreí

-Prrrf.-Solté con fastidio. Luego escuché Quidditch.-¡Quidditch!, a mi también me gusta este deporte, y todavía no he ido al campo.-

- Entonces decidido ¡Al campo de Quidditch! - sonreí - Vamos allá - añadí después miéntras caminaba esperándo a que Fedric me siguiera - A no ser que nos perdamos por aquí - reí

Asentí a la propuesta de ir al campo de Quidditch.-Si eso, otro día vengo a explorar el bosque.-

- Te acompañaré encantada - sonreí

Fuimos caminando hasta la salida del bosque, hecho que nos llevó algo de tiempo y nos dirigimos hacia el campo de Quidditich.


Abro tema en el campo de Quidditch no?

*si , no?